martes, 8 de noviembre de 2011

Cita con el doctor

Ejercicio da Silva, realizado por Héctor López García. Tenerife, Islas Canarias.
Visita a un Doctor imaginario.
Hoy he pedido cita con uno de los mejores doctores de salud mental que existe en el universo. He llegado un poco tarde a la consulta y aún así tengo que esperar en la sala de espera. Me siento en una de las confortables sillas y observo lo que me rodea. Hay un cuadro que, curiosamente, es una imagen que proyecto con mi mente muy amenudeo: Es el planeta Tierra visto desde el espacio con el Sol asomando un poco a su derecha. También hay música de fondo, música de relax. Cierro los ojos y respiro. Pienso en por dónde voy a empezar, cuando hable con el doctor.
Quiero contarle que, últimamente, tengo la sensación de que la realidad es bastante sensible a lo que yo siento y pienso en cada momento. Pero supongo que empezaré presentándome. Me pregunto qué aspecto tendrá el doctor...
- Héctor?
- ...Sí! - digo abriendo los ojos como si llevase dos horas durmiendo.
- Pasa mi niño, el doctor te espera.
- Gracias.
Me levanto regalándole una sonrisa a la secretaria, DJ, del doctor y empiezo a caminar hacia el lugar donde se encuentra la sala del doctor.

El doctor me sonríe, me ofrece estrechar su mano y con la mirada me dice que me siente y que me relaje. La energía que noto al entrar me da la sensación de que es una de esas personas a las que les encanta hablar con la gente y debatir sus pensamientos o "problemas y preocupaciones", como dicen otras personas. El doctor es bastante ancho, está bien vestido y mantiene una sonrisa demostrándome que está muy contento de recibir mi visita.
- Bueno, Héctor... no? háblame de lo que quieras. Me llamo Gonzalo y espero poderte ayudar.
Me cuesta quitar la sonrisa de la boca y empezar a hablar, y casi tartamudeando me animo a decir:
- Encantado...
- Venga hombre, anímate, dime, qué te ocurre, qué es lo que no te anima a disfrutar de la vida?
- Pues verá, es que tengo la sensación de que todo está en mi cabeza y que mis ojos parece que simplemente miran hacia dentro y ven lo que mi cerebro crea...
- Bueno, y eso qué tiene de malo? se supone que es eso lo que pasa científicamente: Lo que vemos no es más que una proyección en nuestro cerebro de lo que tenemos delante. Siempre veremos lo que al cerebro le dé la gana de proyectar.
- Ajá, está bien... Entonces, con los oídos... también pasa lo mismo? oímos lo que nuestro cerebro quiere que oigamos?
- Por supuesto, nuestro cerebro manda ante la realidad, pues es él el que tiene el control sobre todo en cada una de las personas.
- Pero... hay normas no? es decir. Hemos nacido en mundo en el que se nos permite ser libres para pensar, pero no para hacer cosas.
- Qué quieres decir?
- Pues, que si por ejemplo quisiese volar, no podría, porque en el mundo en el que vivo hay normas como las de la gravedad. Una fuerza que te atrae hacia el suelo y que no podemos domesticar.
- Sí, eso es cierto. Pero bueno, no me dirás que estás aquí porque no puedes volar.
- jejejej, no no.
- Bueno, da igual, dime más...
- Bueno el caso es que siento como si mi pensamiento tuviese conectado una especie de amplificador por el que se proyecta hacia fuera. Constantemente, los ruidos que oigo, parece que hablan conmigo. Y a esos ruidos les parece como si fuese algo normal, pero para mí no lo es, y me cuesta creérmelo. El caso es que, no sé hasta qué punto los demás son personajes con vida propia o si viven para mí o por mí, como personas creadas por el subconsciente en un sueño.
- Dime, qué diferenciarías de un sueño de la realidad?

- Pues que, en el sueño puede pasar lo que sea, que tarde o temprano me despierto. Y nada de lo que viví anteriormente mientras soñaba, no pasó de verdad.

- Bueno, si te pasó, aunque sea en un sueño, pasó de verdad. Pero, una pregunta... cuando sueñas con la gente en un sueño. Qué diferencias ves a cuando estás despierto?
- Ahora que lo pienso, ninguna, de hecho, llevo unos días pensándolo. De hecho, anoche pensé que la única diferencia que tiene un sueño de la realidad, físicamente, es que durante el sueño se potencializa mucho más el hemisferio derecho del cerebro que es aquel que trata sobre la creatividad. Sin embargo, cuando nos despertamos, esa potencialidad, parece desaparecer, y entramos en un mundo cerrado por las barreras de la sociedad que nos ha impuesto una realidad, un poco triste, con mucho sufrimiento, pobreza, desequilibrio, y... te hace pensar, que tienes que trabajar duro, para no acabar mal. Que tienes que estudiar, para tener un titulo que te ofrezca la oportunidad de poder trabajar, algo que por lo visto es totalmente necesario e imprescindible para poder vivir. Necesito creer en mí para poder seguir hacia delante.
- Te diré un secreto, que probablemente ya habrás pensado en algún momento. Qué te dice la idea: El mundo es un cerebro enorme en el que te encuentras introducido desde un lugar que sólo se encuentra en la imaginación. Ese mundo es tu escenario donde has de aprender a desenvolverte para sobrevivir y disfrutar haciéndolo. El miedo es lo único que te mantiene triste quieto y parado. Triste y aburrido y que por eso te encuentras ahora mismo buscando una explicación desde lo más profundo de tu interior. Escribiendo esta escena en tu ordenador, en tu habitación. Sabes que yo solo existo en tu imaginación, pero en esta historia soy un personaje totalmente real cuando te metes en ella y la crees. Tú creas tu realidad desde el momento que empiezas a creer en lo que es real. No te pasa nada malo, al contrario, lo que te está pasando es que estás despertando y empezando a convencerte de que todo es posible siempre y cuando quieras que así sea. Tienes que convencerte de que has nacido para convertirte en lo que tú más deseas ser. Y si has venido para eso, te deseo que nada en este mundo cerebral con barreras, como tú dices, te frene a conseguirlo. Sabes que siempre vas a querer más, porque desde que te ves capaz de conseguir algo te ves con posibilidades de alcanzar a tener algo más. La gente que crees conocer, que piensas que no saben esto. Es porque son parte de ese cerebro, de ese escenario que cada segundo es interpretado por tu cerebro. Todo lo que imagines será real para tú. Y nada podrá decirte lo contrario a menos que tú no quieras que lo sea y necesitas a alguien que te lo diga. Entonces buscarás, inconsciente o conscientemente, a alguien que te diga algo que necesites escuchar, y ese alguien aparecerá como producto de tu imaginación.
- Te diré Gonzalo, que desde que he entrado a esta consulta, desde el momento que entre por la puerta del edificio, todo me parecía muy familiar.
- La respuesta ya la conoces, esta consulta está dentro de tu cerebro. Por lo que está compuesta de trozos de memoria.
- Y qué pasará con la gente que está a mi alrededor? esa gente que me trata como si ya me conociese de toda la vida. Qué se supone que tengo que hacer con ellos. Además, el mundo en el que vivo físicamente es un mundo que se está haciendo pedazos, están surgiendo cosas que hace que miles de personas sufran. Debería sentirme culpable?
- No, deberías sentirte afortunado por ser tú quién se preocupe por esa gente, en un mundo que supuestamente está creado para que tú hagas lo que te plazca. Eso es una gran virtud.
- Y con la gente que me rodea? mis amigos, mi familia, mis animales...?
- Pues quiérelos, con todas las características, que la palabra querer, incluye.
- Pero entonces soy como un Dios o algo así?
- En el momento que creas que lo eres, lo serás.
- Pero un Dios estilo Jesús reencarnado o algo así?
- Lo que quieras.
- Porque yo no quiero ser como Jesús.
- Seguro?
- Sí, supongo.
- Porque si has pensado en él, quiere decir que lo admiras, sea cual sea la razón, y admirar es querer ser como ese ser al que admiras.
- Bueno, admiro a mucha más gente.
- Pues coge lo mejor de cada una de esas personas e introdúcelas en ti, como si ya fuesen tuyas desde que naciste.
- Muchas gracias, Gonzalo...
- Gracias a ti, por crearme.
- Te aprecio, espero que estés ahí durante más tiempo.
- Estaré aquí cada vez que me necesites.
- Bueno, me voy. Hay una realidad que necesita ser moldeada y busca un escultor.
- Hasta la próxima. Artista.

No hay comentarios:

Publicar un comentario